La más elevada, así como la más baja forma de crítica es una forma de autobiografía. OSCAR WILDE

ALLISWOOD





ALLISWOOD






Existe un lugar que apenas se podría imaginar, pero que existe; es aparentemente normal, con todo lo que eso conlleva. Está situado en un asentamiento fijo entre el famoso Triángulo de las Bermudas y el caudaloso Río Ganges; otros dicen que se encuentra en cierta planicie africana del Himalaya. Allí, las cosas son sometidas por la luz y la oscuridad, por el caos y el orden, por el interior y el exterior. Prácticamente es idéntico a cualquier otro territorio, excepto por ciertas salvedades:

1. La fama no existe.
2. Nadie se atreve a mentir.
3. Nadie pretende ser feliz.
4. Nadie se considera enamorado
5. Nadie quiere entender el mecanismo del conocimiento.
6. Nadie se aburre y menos en soledad.
7. No existen los conjuntos.
8. Nada se repite con demasiada frecuencia.
9. El egocentrismo es considerado como una enfermedad terminal.
10. La ciencia está desterrada y se la considera indeseable.
11. La razón como poder es algo inconcebible.
12. Todas las artes se han fusionado en una sola disciplina.
13. La vida en sí misma es considerada como algo insólito e irrepetible.
14. Existen dignos oficios como el de respirador, el de paseante o el de santo bebedor.
15. Sólo se conservan libros proféticos, películas poéticas, cuadros hermosos, esculturas de geometría clarividente, melodías sencillas y palabras justas.
16. La risa es uno de los deportes de masas.
17. El sexo ha sustituido a todo tipo de medicamentos depresivos y alienadores.
18. Un viaje y una aventura son obligatorios cada tres meses.
19. La política se ha extinguido por sí misma (arrastrando en su disolución a los medios, la tecnología y  el gremio bursátil; de hecho, se ha demostrado que la bolsa no era más que una absurda falacia, generadora de aquello que en la Universidad de Harvard se llegó a definir como negative energy). En general se sigue la vieja máxima de: mínimo de estado, máximo de persona. De hecho, la democracia ha sido demolida para dar paso a la valentía, incluso para los cobardes.
20. En Alliswood se puede estar solo, tener sueños y disfrutar del silencio; de hecho, este último ha sustituido al ruido como tónica general. Se cambió uno por otro, ya que se descubrió que el segundo, sólo provocaba miedo e inseguridad en las personas.
21. Se ha reducido la catalogación de las edades a dos únicas categorías; niños y viejos.
22. La mujer a vuelto a ser una mujer. El hombre ha vuelto a ser un hombre; se ha recobrado la distinción entre estos dos preciados géneros.
23. La fascinación, la contemplación, el baile, las canciones, los conjuros, los brebajes y las pociones constituyen costumbres habituales en los habitantes de Alliswood.