La más elevada, así como la más baja forma de crítica es una forma de autobiografía. OSCAR WILDE




MAN RAY

Poison 
(1933)
 





Hay un mundo dentrás de este capricho manryano. Pasión, locura, irresponsabilidad, perversión. El arte nunca sabe cuando llega, pero llega. La muerte, el cine, la fotografía. Man Ray vivió en el filo de la inteligencia durante gran parte de su vida, haciendo picnics eróticos allá donde iba, poniendo cara de loco para que nunca se le confundiera con una apariencia de la realidad. Lo mejor que hizo fue espontáneo, casi improvisado. Fue el rey de lo efímero-sublime, un caballero alucinado conduciendo un descapotable por el desierto del espíritu.