La más elevada, así como la más baja forma de crítica es una forma de autobiografía. OSCAR WILDE




KARL KRAUSS

Los últimos días de la humanidad
(1934)





El gran actor intelectual que leía sus paranoias como si fuese Eurípides puesto de cocaina sagrada. El gran lector sin duda, la gran conciencia de la Viena de la segunda mitad del terrible siglo XIX que algunos quieren canonizar... Representaba todos los papeles posibles hasta transformarse en un Proteo mayor, en una especue de mutante de la palabra cubierto de ectoplasma hasta más no poder. Escucharle es como percibir un testimonio caótico en forma de collage, un evangelio nuevo lleno de infinitos matices que hablan de lo que nadie quiso admitir, de lo innombrable... 
El sueño y la muerte son gemelos.